En esta época del año, a finales de Septiembre, se celebra en muchos lugares la fiesta de la cosecha y la fiesta de San Miguel.
Además del agradecimiento a la madre Tierra por toda la abundancia que nos regala (manzanas, uvas, peras, higos, almendras, entre los más locales en Órgiva), es un momento para focalizarnos conscientemente en asumir nuevas tareas y responsabilidades, encontrando nuestra fuerza de voluntad justo tras la expansión del verano.
Este tiempo, recién entrado el Otoño desde el Equinoccio, nos invita a reflexionar sobre nuestras propias sombras, limitaciones y miedos. Es un llamado a encontrar la luz y la fuerza que TOD@S tenemos en nuestro interior, y nos da valor para hacer las cosas, permitiendo encontrar un equilibrio en nuestra vida a pesar de las dificultades.