La crisis de percepción y comunicación del Día contra el Cáncer de Mama es enorme y lo demuestra una sencilla búsqueda de imágenes en Google o en Instagram. Una marea rosa pastel y purpurina de positividad y ficción cubre y oculta la crudeza de una enfermedad que desarrollan 36395 personas (99% mujeres) cada año.
¿Alguien ve (o lee) dolor, vértigo, miedo, cansancio, sufrimiento, incertidumbre, quimioterapia, duelo, precariedad, infierno, pérdida(s) insomnio, desigualdad o muerte? ¿Alguien ve enfermedad? No. Porque el Día contra el Cáncer de Mama lo han construido las marcas cada octubre a través de campañas y el dolor no vende. Desde 1992 (año en que nació el pinkwashing), la enfermedad ha sido edulcorada, romantizada e infantilizada con un único objetivo: capitalizarla. Si has llegado aquí sin saber nada de este tema o de nosotras, te pedimos que antes de seguir leyendo, veas nuestra campaña de 2022 y descubras por qué y cómo empezó a comercializarse el cáncer de mama en 1992. Por favor, ¡vuelve!
Salvo excepciones (tumores benignos o tumores cazados a tiempo que evolucionan bien en el 95% de los casos), el cáncer de mama es un marrón (en ocasiones, muy muy grande). De hecho, es la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres de España y aquí seguimos con los octubres rosas siguiéndole el juego al capitalismo. No recibe la suficiente atención de las instituciones, sí de las marcas que, una vez al año, hacen su campaña (el 19 de octubre está en los calendarios de marketing como Halloween o el Día de la Madre), recaudan fondos y hasta el año siguiente. Es cierto que cada año se lo curran más y también que, gracias a la presión, no les queda otra. Pero... ¿os habéis preguntado alguna vez por qué las marcas recaudan dinero (de la gente) para la investigación de esta enfermedad en vez de donar directamente? ¿Hicieron campañas de recaudación para la vacuna contra la COVID? ¿Alguien ha visto promociones en los packs de calzoncillos para recaudar fondos contra el cáncer de próstata? ¿Os imagináis que nos pidieran aportaciones para recaudar fondos para todas las enfermedades? ¿Pero eso no salía de nuestros impuestos? Urge borrar el 19 de octubre rosa. Urge el 19 de octubre marrón.
Faltan seis semanas para otro octubre rosa y como las marcas ya estarán preparando sus campañas (alguna ya ha lanzado su anuncio en televisión), nosotras, impulsadas por Nuria Perea (paciente de cáncer de mama metastásico) y Violeta Assiego (paciente de cáncer de mama), también vamos a arrancar ya. Con un crowdfunding, más seguridad que nunca después del efecto de Think before you pink y de haber tumbado la lona de Dorsia en menos de 48 horas, y una idea fija: transformar radicalmente el 19 de octubre. ¿Cómo? Si un clavo saca otro clavo, creando un nuevo 19 de octubre. El 19 de octubre marrón. ¿Cómo? Juntas. Cómo, si no. Un monstruo tan grande y tan rentable y tan goloso sólo lo batimos haciendo piña.
De momento hemos creado esta landing, un teaser para demostrar nuestro compromiso y nuestras intenciones y poco más podemos adelantar. Lo tenemos todo pensado, pero va a depender de lo que consigamos todas juntas. Lo único seguro es que sólo tenemos 20 días y que cuanto más consigamos, más fuerza tendrá el 19 de octubre marrón, más lejos llegaremos, más mujeres se verán representadas y se unirán, más profesionales de la sanidad y la ciencia gritarán, ¡esto sí!. A diferencia del crowdfunding del Sujetador Lola, esta vez no podemos contaros con palabras o un boceto porque perdería toda la fuerza. ¡Y todo el misterio! Queremos pensar que confiáis en nosotras. Como cuando precompráis un disco de una artista sin haberlo escuchado :))
Muy resumido, necesitamos hacer en tiempo récord:
-Una campaña audiovisual de una pieza larga + seis cápsulas cortas (ahí es nada).
-Una web grande y completa. Científica, reivindicativa, útil, crítica, 100% libre de lazos rosas, mensajes cuquis y promociones. 100% real. 100% marrón. 100% necesaria. Con datos actualizados, entrevistas, contenido creado en el pasado que incluya mirada crítica, avances científicos y todo tipo de contenidos que ayuden a abrir los ojos (también de las instituciones) y a transformar la mirada sobre la enfermedad. Es decir: todo lo que las pacientes (y las que vendrán, 36395 al año) de verdad necesitan. Lo que muchas mujeres llevan años reclamando.
MOTIVACIÓN:
-Urge teñir el octubre rosa del marrón que es y cambiar la narrativa. El cáncer de mama es el tumor más diagnosticado del mundo y la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres (6528 al año). Con la información que tenemos en 2024, no podemos seguir alimentando la cultura del lazo rosa. No podemos consentir que las pacientes sigan siendo simples objetos en lugar de las dueñas de su relato.
-Urge presionar a las marcas para que dejen de sacar provecho económico o de imagen con el sufrimiento de muchas mujeres. Es así. Imaginad que para el 25N (Día contra la Violencia Machista) sacaran campañas y productos y donaran 1€ o el 100% de los beneficios a refugios de supervivientes de violencia machista. Por un lado ayudarían y por otro, se estarían beneficiando del sufrimiento. Recordemos que las marcas no hacen nada gratis y que hacen lo que sea con tal de ingresar, incluso donar. Además, muchos de sus productos contienen tóxicos y sustancias químicas perjudiciales para la salud femenina, e incluso cancerígenos (cosmética, alimentación, tampones). Necesitamos que se comprometan a no enfermarnos, no a utilizarnos. Imaginemos el contenido de esta bolsa: desodorante con aluminio, cartón de tabaco, patatas fritas sabor jamón, pollo lleno de hormonas; crema y maquillaje con parabenos, helado industrial. Es decir, recaudo dinero para una enfermedad de la que soy en parte responsable por vender productos con disruptores endocrinos muy nocivos para nuestra salud mamaria. Lo primero que prohíben a una paciente con cáncer de mama.
-Urge acabar con la creencia de que las marcas que recaudan fondos ayudan a la causa. Recaudar está bien, lo que no está bien es sacar beneficio de esa recaudación y amigas, todas las marcas lo hacen, si no, no se unirían a la causa. Entendemos que es difícil romper la creencia y esperamos que si no lo hacéis con esta campaña, algún día lo hagáis. ¿Por qué no donan directamente sin hacer campañas? La inversión debería ser 100% pública y transparente. No podemos olvidar que las farmacéuticas tienen intereses económicos que no están alineados con los de la salud de todas.
-Urge alertar al Gobierno. La ciencia avanza (claro, menos mal) pero no lo suficientemente rápido, no todo lo que podría y necesitamos. Menos lazos rosas y más inversión en investigación y tratamientos integrales, así, para empezar. Menos decirnos que nos toquemos las tetas y nos alimentemos bien y más prevención con políticas públicas. Basta de poner la responsabilidad sobre nosotras.
-Urge poner el foco en ese 30% de pacientes que desarrollan metástasis y se encuentran, de un día para otro, con una esperanza de vida media de cinco años. Una vida a golpe, en la mayoría de los casos, de quimioterapia para eliminar células cancerosas, parches de morfina y fentanilo para amortiguar los dolores. Para dormir, valium. Para el insomnio, nada. En medio, la vida: obligaciones, compromisos, el colegio, la guardería, la compra, un 4º sin ascensor, las comidas, las cenas, la soledad. Algunas pueden permitirse ayuda en casa, darse acupuntura, alimentarse bien, viajar, leer, cantar, bailar, hacer pilates, pesas, olvidar, y otras, no. Algunas tienen redes de familiares o amigas y otras, no. Pero todas, todas, sufren la lentitud con la que se aprueban fármacos que podrían alargar su vida o mejorar la calidad de esta. Hasta 700 días (y subiendo) puede tardar un medicamento aprobado por Europa en llegar a España. ¡700 días! Cuando por ley el tope deberían ser 120. Es tan grande la desatención que sufren las pacientes de cáncer de mama metastásico que tuvieron que crear su propio día para recibir algo de caso en octubre: el 13 de octubre. ¿Os habéis quedado sin palabras? Normal.
-Urge poner el foco en las pacientes que están en los márgenes y son víctimas de las desigualdades sociales. Mujeres que, después de una cirugía o una sesión de quimioterapia tienen que volver al trabajo porque si paran no podrán pagar el piso o una litera ni alimentar a sus criaturas.
-Y en las que están en situación de pobreza y exclusión. Incluidas las migrantes. Las que nunca saldrán en las campañas, las que ni siquiera contemplan la posibilidad de acceder a un tratamiento o ayuda. Está comprobado que la pobreza está relacionada con el riesgo de morir por cáncer. También deberían importarnos porque ellas somos todas. I´m every woman, que cantaría Whitney Houston.
-Urge incluir a las mujeres racializadas en los estudios. Tienen menos probabilidades de desarrollar la enfermedad pero una tasa de mortalidad más alta independientemente de la etapa del cáncer en el momento del diagnóstico. Por no hablar del racismo que sufren durante los tratamientos y otros temas importantes en los que seguro, por ser blancas, no caemos. ¿Alguien ha visto a una mujer racializada en una campaña rosa?
-Urge erradicar el lenguaje bélico: No son guerreras ni valientes ni luchadoras, son mujeres enfermas. No se puede luchar un tumor como se lucha un partido de baloncesto, una subida de sueldo o una custodia. Ojalá. No es una cuestión de valentía como cruzar un descampado de noche solas. No. Porque entonces, las que no sobrevivieron, ¿no lucharon? ¿No fueron valientes? Esta narrativa es muy peligrosa porque pone el poder de curación sobre las espaldas de las pacientes y ese poder sólo lo tiene el tratamiento y no siempre. Que tener una actitud positiva puede ayudar, sin duda, como ante cualquier enfermedad o infortunio.
-Urge exigir a Sanidad que adelante la edad de la primera mamografía. Está en 50 años y sin embargo, según datos de GEICAM, el cáncer de mama suele aparecer entre los 35 y los 80 años. Y ojo porque cada vez se desarrolla a una edad más temprana.
-Urge más rapidez en las pruebas y en la autorización de tratamientos aprobados por la UE. 700 días no es admisible. Tampoco lo es que se negocie el precio de un medicamento para salvar vidas como se negocia el de un ansiolítico.
-Urge que se invierta en estudiar la relación entre el cambio climático y la epidemia. Entre la cosmética (ese sector de disruptores endocrinos) y la epidemia. Entre la alimentación y la epidemia. Falta perspectiva de género en la ciencia. Que somos el 50% de la población.
-Urge denunciar las largas listas de espera en muchas comunidades autónomas, la desatención, la falta de oncólogos, oncólogas y profesionales especializados, la distancia que muchas mujeres tienen que recorrer para poder seguir sus tratamientos (de un pueblo al hospital de la ciudad más cercana), el desabastecimiento ocasional de medicamentos, incluso. Que se mueren 18 mujeres al día por esta enfermedad, por favor.
-Urge implementar otros medios que existen de diagnóstico sin dolor ni radiación. La AI ya está aquí (y parece que con muy buenos resultados) pero hasta que llegue…
-Urge tener estadísticas y datos actualizados, completos y detallados sobre el cáncer de mama, los tratamientos, las reconstrucciones, los determinantes sociales, las localización geográfica, la respuesta hospitalaria. Aunque insuficientes, hay datos de sanidad pública pero no de privada.
-Urge comprender que no hay un sólo cáncer de mama sino muchos y ninguno se cura comprando un pack de compresas o participando en una carrera.
-Urge desarrollar una mirada crítica y colectivizar el afrontamiento. Basta de individualismo, el cáncer de mama nos afecta a todas. Ninguna está libre.
-Urge salir a la calle a protestar el 19 de octubre. Y no a comprar. Como salimos el 8M y el 25N. Teniendo en cuenta que cada año hay más de 6528 víctimas, la protesta es una obligación. Que hoy son ellas, pero cualquier día puede ser vuestra hermana, madre, tía, prima, amiga, abuela, hija, vecina o vosotras mismas. El año pasado por primera vez un grupo de pacientes se manifestó delante del Congreso de los Diputados mientras llovía como si no fuera a parar nunca. Debemos salir a protestar, alzar la voz y poner el cuerpo por las que están demasiado cansadas por el tratamiento y ese día no pueden salir.
-Urge un 19 de octubre diferente. Marrón. Serio. Científico. 100% libre de lacitos rosas y promociones y 100% reivindicativo. Y que dure todo el año, que el Día contra el Cáncer de Mama es todos los días.
-Urge el 19deoctubremarron.org.
-Urge este crowdfunding.
Esperamos que nuestra trayectoria y experiencia con esta causa os dé confianza y os impulse a colaborar casi a ciegas. (Molaría que estuvieras pensando desde hace un rato ¡toma mi dinero!)
1) Sujetador Lola: el sujetador de una sola copa para mujeres de un solo pecho. (2020).
Impulsado por Idoia Miranda (@tocatelastetas), lo creamos gracias a un crowdfunding y casi 700 personas que lo apoyaron. Lo lanzamos destacando sus defectos para retar a las grandes marcas a hacer su versión y aceptaron siete, cumplieron su promesa tres (Oysho, Mango y Women´secret). El resto, si me he comprometido no me acuerdo. Son marcas. Algún día lo retomaremos.
**2) Think before you pink (2022)**
Destapamos cómo surgió el pinkwashing en 1992 y se tiñó de rosa un marrón muy grande. e invitamos a las marcas a pensar antes de hacer una campaña rosa. Lo vieron casi 6 millones de personas. ¡Abrió 12 millones de ojos! 12 millones de ojos como platos.
Caló, llegó, y donde tenía que llegar. Nos soplaron que se vio y analizó en reuniones de marcas y de farmacéuticas y de agencias de publicidad y hasta en la carrera de Publicidad de la Universidad Complutense.
Pero lo mejor es que en 2023 pudimos ver un cambio de enfoque de las marcas. Es decir, nos escucharon. Fue insuficiente pero fue algo. Poco a poco... ¡De poco a poco, nada! No hay tiempo que perder. Hay que aprovechar el próximo octubre rosa para acabar con el octubre rosa y poner el foco sólo en lo importante.
Equipo:
Para que el 19 de octubre marrón tenga toda la fuerza que necesitamos y se coma una buena parte de la tarta rosa (a idealistas no nos gana nadie), hemos armado un equipo de profesionales increíbles que, además de comprometerse a hacer el 19 de octubre marrón en tiempo récord, lo han hecho ajustando mucho su caché. ¡Gracias! El precio de mercado de una campaña como esta es mínimo del doble. Si conseguimos más de lo que necesitamos, lo invertiremos en mejorar y mejorar y mejorar y mejorar.
1) Campaña audiovisual, a cargo de Irene Baqué.
Directora de cine documental con mucho gusto y talento para transformar miradas, dirigió Think before you pink en octubre de 2022 y el resultado fue tan espectacular que no imaginamos a nadie mejor.
2) Diseño digital campaña y web, a cargo de Hey Studio.
Llevamos mucho tiempo queriendo aliarnos con este enorme equipo de mujeres especialistas en desarrollar lenguajes visuales impactantes desde 2007 y ha llegado el momento.
3) Investigación cáncer de mama, a cargo de Violeta Assiego.
Además de abogada y activista de Derechos Humanos, Violeta tiene un máster en la enfermedad a fuerza de haber pasado por ella y se encargará de coordinar el trabajo de documentación e investigación desde un enfoque de derechos de las mujeres:
-Análisis exhaustivo de los datos recopilados en torno al cáncer de mama que permita iniciar la elaboración de un mapa de esta enfermedad en España.
-Recopilación de aquellas informaciones y publicaciones científicas que servirán como recursos de apoyo para conocer más sobre el cáncer de mama, prevención, tratamientos y calidad de vida.
-Recopilación de contenidos sobre cáncer de mama con mirada crítica.
4) Dirección creativa y desarrollo de contenidos, a cargo de molaría.
Un estudio creativo especializado en comunicación con impacto social positivo. El departamento creativo de teta y teta.
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